domingo, 29 de julio de 2007

Quiere oír la voz de Ceuta

Por Tato Ferrer

La caseta de turrones instalada en la calle equivocada fue uno de los primeros anticipos del ambiente de feria 2007. Vaya por el principio del comienzo mis deseos de disfrute para estas fiestas patronales.

En Ceuta el “turrón” no falta durante todo el año. Los que se comen el “turrón”, afortunadamente para ellos, son más que los que se tragan el “marrón”.

Los que se tragan el “marrón” son reubicados, reinstalados, readaptados, reciclados, por así decirlo, en otros puestos aparentemente alejados del “árbol”, pero no por ello menos próximos a la caja fuerte comunicada por vasos comunicantes.

Es un color “marrón” tirando a estómagos llenos para que el descontento sea cosa de otros. Casi nadie es despedido; será por aquello de que las lágrimas son tristes. Hasta los cocodrilos “lloran” cuando se comen a sus víctimas.

Se trata, pues, de una tristeza alegre de monedero de piel de cocodrilo.



SINDROME DE ABSTINENCIA


He vuelto a fumar en pipa. Deseando estoy de encontrarme con Popeye para decirle que he vuelto al vicio que pensaba desterrado.

El marino ya me advirtió sobre mi debilidad para superar la tentación. Es un viejo lobo del mar que sabe más por su amada novia Olivia que por lo que la vida le ha enseñado en sus muchos años de navegar por los mares azules llenos de delfines inteligentes y de enemigos como Brutus sobre quién no termino de enterarme si el nombre le viene por lo que pueda tener de “animal” o por algún origen romano.

En tal caso, aparte de navegar y, de la pipa, tendríamos enemigos comunes de la curia. El mío de sobrenombre: el “romano perfumado”. Así es como se le conoce entre el personal que transita por la Vía Apía. Así es como me dijeron que gustaba de ir por los campos.

He vuelto a fumar en pipa después de casi dos años.

Pero mi abstinencia no estaba sólo en el consumo de tabaco. He llegado a descubrir que mi “mono” (mejor ser un mono guapo que un hombre feo) estaba alimentado, asimismo, por otras circunstancias aparentemente ocultas.

Con lo que volviendo al humo que no debería “tragar”, he reparado también en el hecho de que el síndrome era más amplio afectándome asimismo a otros sentidos; aparte del órgano de los pulmones.

Volviendo a fumar ya estoy en la pelea de dejar de hacerlo. Es una contradicción los efectos que produce la nicotina y otras adicciones comunes.

Ahora bien, el otro aspecto que me “irrita” debería estar también por la labor para que mis dependencias queden superadas de una puñetera vez cuando logre, finalmente, mi aspiración de dejar de fumar para siempre, de verdad de la buena.

Hasta el Papa se equivoca en los actuales tiempos. No hace mucho, en fecha no muy lejana, salió pidiendo perdón al mundo musulmán por unas declaraciones suyas.

Otro Papa pidió perdón por los abusos cometidos por la Iglesia Católica en los años pasados y oscuros de los tiempos. Aunque los simpecados sigan pecando más que los ángeles caídos. Además, ahora, lo hacen con estilo de “los barrios” altos. Con pedir perdón, asunto “tocado”.

Anda que no se han aprendido bien la lección del arrepentimiento en el último minuto. Ojalá que con el cambio de hora, respecto a los vecinos, se hagan un lío y se encuentren inesperadamente con este periodista malvado calentando el cuerpo en el fuego controlado, al objeto de no provocar incendios sin intención maligna.

DONES Y GRACIAS


Desde el hundimiento de mi “barco de papel” se le concedió, afirmo con rotundidad, a cada uno de los alcaldes de mi reserva africana, que siguieron en el orden cronológico, el don de la infalibilidad.

El arte de no cometer errores. La máxima de no equivocarse en el ejercicio de su función.

Los Papas se convirtieron en hombres, y los alcaldes en dioses dotados con el don de ser infalibles y la gracia de la ubicuidad en su carácter divino.

No están a la búsqueda del tiempo perdido como Proust. Se les puede localizar con relativa facilidad en las páginas amarillas allá donde haya oportunidad de anunciar lo más mínimo para bien del consumo de la imagen cuidada que, “milagrosamente”, no se “quema” por más que la saquen a relucir.

En todo caso, los quemados, los damnificados, los perjudicados en su salud, somos los destinatarios de tanto bombardeo en tiempos de paz.

Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que un alcalde ha cometido algún error a lo largo de su gestión. En todo caso, habrá sido un pequeño desliz.

Si su imagen no aparece en primera o en la televisión, es como si me faltara algo, ya lo creo.

Yo estaba en la creencia de que era un problema personal (¡ya estamos a vuelta con los personalismos¡) estrictamente derivado de la pipa.

Esta moda o culto se ha ido superando con cada alcalde. El siguiente supera al anterior. Y el anterior se queda en pañales con el que le sucede. Precede y sucede. Todos in crescendo. Ninguno menguando.

El salir, el aparecer, el estar en “todas las imágenes”, se ha convertido en una especie de culto obligado.

Su ausencia, su falta, quita color a la foto o a la imagen en blanco y negro del NODO, caso y suceso de que hubieran estado también en aquella época gris.

No me quejo de que tanta “presencia” sea negativa para el personal.

Se ha insistido tanto que si ahora decreciera en su número superlativo, lo mismo se podría llegar a producir algún tipo de alarma social.

Puede que, como le ha ocurrido a este “mono guapo”, la población se viera abocada a una frenética, alocada, carrera intentando conocer la causa de aquello que “echaban de menos” o en “falta”.

Los psicólogos se verían desbordados por un síndrome masivo de origen incierto. No darían a lo mejor con la causa evidente del mal y, mientras llegaran a la averiguación del virus, el pánico podría producir estragos.

Lo cual, como se podrán imaginar, no es deseable. Así que a seguir luciendo el palmito, el traje de luces. Las veces…las que hagan falta y las que no, también.

Que desde mi “hundimiento” tales “apariciones” forma parte esencial de mis hábitos: la maravillosa contemplación.

Y que no falte el pan nuestro de cada día con masa “lavada” de cliché.

LO LEJOS QUE HAN LLEGADO…Y SUBEN +


Las casualidades no existen. Y la mano de Dios aparece visible por mucho que uno se empeñe en no creer más que en la maldad de las gentes que encuentran su “vuelo” en el amparo terrenal de los que les protegen fomentando prácticas que deberían ser desterradas hasta de esta mi jungla africana.

Casi duele más lo lejos que llegan en sus vuelos bajos, rasantes, con la protección de los que van y vienen de demócratas de casi antes de que la democracia llegara a inventarse para suerte de los dictadores.

Son como una especie protegida; como si se temiera su extinción perjudicial para los que alimentan a los pro-hombres con patente de corso e inmunidad, a prueba de insectos. Que causan la mayor mortalidad, como se sabe.

Ni ellos mismos se pudieron imaginar nunca jamás lo bien que iban a explotar el verbo no pronunciado con sonido. Sin necesidad de cansar la garganta, ni de estropear las cuerdas vocales y consonantes.

YO NO SOY YO


Me encontraba escribiendo, los negros siguen sin visitarme, y recibí en esos mismos momentos, una llamada desde el hotel Tryp. Escribía sobre mi hermano Kino.

Por cierto, sobre el citado hotel comentaré que desde que hizo reformas, dejó sin un espacio acogedor su hall. Varias mesitas con unas sillas son el testimonio impresentable, por pobre, de dicha estancia.

Miembros de la Casa de Ceuta en Barcelona querían saludarme. En especial, alguien. Mis saludos a Rafa Corral, su presidente.

Se trataba de una persona a la que yo no veía desde el 79. Cuando nos encontramos en el hotel no nos reconocemos. Es más, me dice a mi cara de “perro” que yo no soy yo. Que él quiere abrazar a Tato.

Estando, como estoy, en un estado anímico de embarazo de jueves, lo único que necesitaba, a primera hora de la mañana, encima, es que alguien me preguntase quién era. ¿Quién soy?

¿Un “perro con pulgas”? ¿Un mono guapo? ¿Un periodista fracasado? ¿El capitán de un “barco de papel” hundido? ¿Un terrorista moral? ¿El tonto del pueblo? ¿El rey de los primos?

Mi interlocutor estaba acertado, pese a ser hora pronta mañanera, para este “vago” anunciante de colchones de dormir. Yo ya no soy quien creía ser.

Lo fui en una época de Transición que pasó a complemento directo, transitando en sus formas gramaticales hacía un “futuro imperfecto”. Declinando rosa -rosae.

Para presumir de más conjugaciones del latín le preguntaré al buenazo catedrático de esta lengua muerta a quien Kino Curado se empeña en no querer enviarle un “último taxi”. Me pregunto que se traerá con Morata y el “griego” que gozan en vida, y se la ganan, con estas lenguas clásicas, mejor que viperinas.

Morata y Carretero son catedráticos al estilo tradicionales. De las malas lenguas y artes, catedráticos con plazas y ejerciendo como tales, contamos con verdaderos profesionales de la materia que cotizan en Bolsa. En número similar, parejo o, incluso, mayor al de las palomas y gaviotas, que ya es decir.

Mi interlocutor del hotel Tryp tras mirarme de arriba abajo, de abajo arriba, sigue estupefacto.

Es más, así me lo confirma ratificando su primera impresión:

-El Tato que yo conocí -me dice el ceutí-catalán- era alegre, nada triste. Tú eres todo melancolía.

Un tiempo antes había aparecido en la prensa expoliada un artículo hablando bien (pensé que se trataba de un articulista que evidentemente no me conocía) de este periodista en paro.

Cosa normal, por otra parte, si tenemos en cuenta que los que están dado de alta, en nómina nominada, son los periodistas buenos. Parece que me moriré sin aprender el oficio. Con razón dicen que la Facultad de Periodismo es un timo, una estafa, un descomunal engaño.

Una y varias formas de perder el tiempo y el dinero.

QUIM VERSUS KINO


Por más que lo intenté no logré situar mentalmente al autor desconocido para mí; conseguí, no obstante, localizar a una persona que estaba por la labor de suicidarse para que, por lo menos, me leyera el artículo.

No tenía confianza de acercarme demasiado a la susodicha página no fuera a ser alguna especie de “truco”, de “trampa”, y me “arrebataran” también a mis queridas “pulgas” por arte de la magia a distancia impregnada en el papel, cual camuflado veneno, de Cleopatra y su amado Marco Antonio.

La prudencia me acompaña ahora a todas partes. Mi sombra me terminó abandonando en mi triste soledad, vía de divorcio rápido, pero el “andarme con ojo” lo echo por delante antes de “entrar” o “tocar” sitios o cosas extrañas.

Un tiempo después de que me leyeran, como digo, el artículo, tenía delante mía a Quim Sarriá. Y a Dios, de forma entrecruzada.

Y es que el mismo día que escribía sobre mi hermano yo ignoraba que por la tarde me encontraría abrazado a Kino en compañía de…su mejor amigo.

Yo no le recordaba pero ante mí estaba el compañero de toda la vida de Kino. El amigo de su infancia y de su juventud. Prácticamente se crió en Calamocarro y entre las máquinas de plomo del “barco de papel”, con mi hermano y mi padre.

Cuando le pregunto a Quim por su afición por escribir me cuenta un rollo enrollado fenomenal. Desconoce que padece de otro síndrome, aparte del de fumar.

En su caso, al marchar de Ceuta a sus 18 años, no puedo decir que “echara de menos” a ninguna figura virtual.

Al igual que el que esto escribe, es un adicto al plomo. Puede que secretamente mi querido padre Joaquín quisiera hacer de él otro periodista. De ahí su frustración porque no es lo que quisiera. Aunque en su caso le concedo el don de saber de forma cierta que los sentimientos nobles están entre la gente que sufre las injusticias, entre los más débiles, y a las que tenemos que tener siempre presentes en nuestros artículos.

Sin ésta exigencia personal (ya estamos) ni el periodista es tal por mucha titulación, ni el escritor es tampoco nada.

El amigo de mi hermano Kino, Quim, llora con él al tiempo que arroja con violencia su roja cajetilla de tabaco Pall Mall. Es un encuentro desigual entre sordomudos.

La vida le ha tratado a cada uno de distinta forma. Sin embargo, ambos se parecen en algo: en su cariño a prueba de distancias y de tiempo.

Joaquín Sarria Lara, Quim, de 60 años, tras cursar estudios en el colegio de la Sagrada Familia, Academia del Valle, e Instituto, marcha de Ceuta a la edad de 18 años porque no encontraba trabajo aquí. Un apasionado del deporte rey, lo práctica hasta la edad de los 22; una grave lesión le obliga a dejar el fútbol profesional, aunque continuó jugando en equipos aficionados, regional y preferente.

A los 24 monta en la capital de Cataluña un estudio de Publicidad. En el 77 entra a trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona, como delineante proyectista, aparejador, en el Ferrocarril Metropolitano, hasta el pasado mes de junio, que se prejubila.

Nada más “retirarse” de la vida laboral activa de Barcelona, se ha venido a su tierra natal porque le gustaría emular a los elefantes pero, antes…

Antes, ahora, quiere volver a vivir en su ciudad lo que Quim quiere que sean de nuevo sus años más felices. Unos años como aquellos en los que junto a mi hermano Kino jugaban al fútbol en el Ángulo y se bañaban en El Caballa.

Aquellos años felices de juventud que compartía, a golpe de patada balón con: Lolo, Ferrón, Isidro, los hermanos Bernet, Vicente y Paco, que en paz descansen, Del Real, Galván, Rivas, Totó, Lolo Bermúdez, Ramoní, Pirri, Juan Ronda.

Sarria era jugador del Club Deportivo Diamante.

La vida intensa del ceutí-catalán es tan interesante, que habrá que ir desgranándola poco a poco.

Ahora Quim no da ya “patadas”. Ahora “amenaza” con una pluma de escribir con calidad y hacerlo sobre el propio terreno, sobre el césped local. Ya no escribirá de “visitante”. Lo hará con sabor de gaseosa.

La suya, su educada y elegante pluma, me encanta sobremanera personal y profesionalmente. Sobre todo, cuando escribe sobre mi. Aunque sea bien.

¡Quim!: mi vieja y cansada pluma saluda a la tuya y sale a su encuentro en el camino dulce y amargo de las letras.

Su pluma todavía se desliza por los senderos de la ilusión. Que este domingo ambas, su pluma “joven” y la mía desencantada, contribuyan en la voluntad de servicio, para con este pueblo nuestro. El próximo, volveremos a intentarlo. Siempre con humildad y honestidad.

Y equivocándonos porque como dice Tagore:

-El que cierra la puerta a los errores, corre el riesgo de dejar fuera la verdad.


Que el final termine como comienza el principio. Estamos de fiestas. Que suenen fuerte los fuegos artificiales. Hasta pueden que suenen también los disparos de los socios del Tiro de Pichón que, de forma excepcional, “abrirán la veda” durante estos días para no faltar en sus 50 años a la tradición de participar con la Virgen de África, a su forma, a golpe de tiros.

Esperemos que sus perdigones, en su “peligrosísima contaminación” marina, no terminen de “rematar” nuestro mar y tengamos que mandarle al agua salada un “ultimo taxi”. Es lo que nos pasa a los ceutíes por tener un mar tan estrecho.

¿Estará proporcionado el mar asignado, en las transferencias de competencias, con nuestra categoría de comunidad de bolsillo descosido?

Vaya usted a saber. Buen domingo, domingueros. Bienvenido seas Quim a este tu pueblo y a “El Pueblo”. Es tiempo de reformas y fichajes; y con su incorporación no se gana tan sólo uno de lujo. Se podría llegar hasta producir un cambio en el nombre de cabecera. En lugar del actual, se podría copiar al de más tirada de Murcia. “El Pueblo”, si lo quisiera su editor, podría titularse en adelante: “La Mentira de Ceuta”. Pasando de pueblo a capital, y sin necesidad de plagiar.

Me falta aún por invitar a subir a bordo de este nuevo “barco” para mi, a el solidario punto de vista de Francisco López García de Vinuesa, y la brillante opinión de su hija periodista, Teresa. Todo se navegará. Jesús Carretero ya ha tenido tiempo hasta de marearse varias veces. Es lo que pasa con los marineros que son de tierra adentro.

Suerte Quim , de corazón, buen amigo de mi hermano Kino. Y a la mano visible de Dios, gracias. Por supuesto. Es el fin, que no acabo de terminar. Luego me dirá el arquitecto que tengo que dosificar. El empresario escrupuloso y el “romano perfumado” “cortaron” mi pluma con su tinta “caliente”, por lo sano.

El pasado jueves una festividad señalada para los Quim y Kino, apodos de un mismo nombre; felicidades, Joaquín.

Alguna vez terminaré… con unas buenas noticias para no desentonar en el ambiente festivo: se va a abrir una nueva clínica de diálisis, en el Polígono, donde antes existía un supermercado, en fecha breve; y los sordos de Ceuta ya tienen local social sito en el Mercado de Abastos. El “pescado” ya está vendido, ahora casi sí.

Censura: mentar la soga en casa del ahorcado.


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