domingo, 24 de junio de 2007

El alcalde de Ceuta que eligió morir libre

Por Tato Ferrer


Los que se fueron no publicitaron su “después”. Los que llegan y siguen viniendo de vuelta de la esquina doblada, tampoco lo hacen con su “antes”.

En esta democracia local la luz es tan cegadora que para qué van a cambiar de empresa si les va bien.

De ahí, seguramente, el éxito de los del símbolo del Hacho.

Irradian con tantos neones que las neuronas de la gente sencilla no es capaz de discernir entre las oscuridades, las sombras, y las luces claras.

Luces y sombras son como un mismo alumbrado de Feria de agosto en nuestra “reserva”.

Los árboles permiten a Tarzán-2 desplazarse con sus lianas aunque lo haga con máxima atención por si alguna mosca tse-tsé le pica y le duermen también como me ocurrió a mí años atrás.

Ocurre que los que caminamos por los senderos como el Neardental, el bosque no nos deja ver las ruinas de los servidores públicos, a su término de la jornada.

Son una especie protegida, pese a que no exista temor a una cercana extinción, a la que parece que puso canción Julio con aquella bonita letra de: “La vida sigue igual”.

De hacer cola de paro, y sellito estúpido, eso para los “perros con pulgas”.

domingo, 17 de junio de 2007

Tres víctimas ceutíes con distinta suerte

Por Tato Ferrer

Vamos por la calle equivocada. En número de 3 pero no somos los “3 corazones partíos”.

Estos 3 tienen los huesos rotos por los porrazos dados con el martillo de la vida, y el alma quebrada por el dolor de la esperanza perdida en el camino de piedras.

Estos 3 perdieron sus corazones hace ya mucho tiempo cuando gente extraña se encargó de destruir los sentimientos a flor de sensibilidad.

Somos 3 los que, en resumidas cuentas, vamos en compañía de vivencias por la calle errada.

Uno de nosotros es una víctima del terrorismo de ETA; el otro, una víctima de la insolidaridad ceutí, y el que así se expresa, un “caído” de la democracia local.

En nuestro deambular, pasamos junto a la escultura de alguien ejemplo de vida y muerte para todos los ceutíes, incluidos nosotros 3.

El último alcalde republicano de Ceuta sabe que no le he olvidado porque es, sencillamente, imposible.

domingo, 3 de junio de 2007

Un ceutí, objetivo del “etarra” De Juana Chaos

Por Tato Ferrer

Están sonando los tambores lejanos de mi África natal. Sus ecos me llegan más fuertes que nunca. Será porque llaman a la alegría. Será porque las cosas claman por sus legítimos dueños. Será porque hoy es domingo.

Los “salvajes” han comprendido que esto no es lo que se creen. Un parque, una reserva, una pequeña jungla, una peculiar selva, pero eso sí…con clase.

Aquí los monos son “guapos”, el hombre de Neardental no se mete con nadie, la “mujer muerta” duerme en paz su sueño eterno, el “griego” no “mata” ni a una mosca, y hasta el Alcalde-Presidente, tira piedras contra su propio tejado con tal de agradar.

Por supuesto que todavía quedan batallas por pelear. Lo sé. La guerra, todavía no está ganada. La primera batalla sí.

La batalla de “las formas” de comportarse hasta por una selva no virgen me la apunto. Lo cual es todo un éxito. Un poco de clase, por favor, ceutíes de pro y de proa.

Los caníbales que se organicen safari en otro parque menos temático que el mío. Entre nosotros no nos “devoramos”. Esa apetitosa tarea la dejamos para los “leones” y el tigre del Príncipe Alfonso.

Carmen Cerdeira y los demócratas ceutíes

Por Tato Ferrer

Antes de que los japoneses dotaran de “vida” a las cosas creadas por el hombre, ese taxi ya era inteligente.

No era necesario que le dijeras el destino.

Se puede decir que ha sido el primer vehículo con inteligencia propia. De ahí el precio.

Tampoco excesivamente caro dada sus prestaciones y calidad de servicio.

Es tan grande su ingenio mecánico y sapiencia, que es un encanto que no te importune en tu sueño eterno con el precio de la carrera, o que te distraiga en el trayecto con conversaciones mundanas.

Es un cielo móvil en la tierra.

A ese taxi los mortales le pusimos también nombre equivocado e inapropiado, como el de nuestra Gran Vía, o el de Clemente, en lugar del justo, suena a su hermano, Tarzán-2.

Que si el coche de pompas fúnebres, que si el vehículo de la funeraria tal o cual. Para mí, siempre fue lo que es: “el último taxi”.