viernes, 11 de mayo de 2007

Oportunidad desaprovechada en la Plaza de África

Por Tato Ferrer

En cada ocasión que tenga oportunidad de expresión en esta mi tierra en la que tanto he sufrido y sufro, la aprovecharé, la exprimiré al máximo, como si de ricas y jugosas naranjas se tratara para recordar, una y otra vez, que de mi querido padre Joaquín, vivo en mi vida, aprendí el significado del concepto respeto.

Siendo un franquista de los que combatieron en esa triste y negra noche de la guerra civil de los españoles, consintió, que este hijo suyo capitaneara su “nave de papel” por el nuevo rumbo de la democracia.

Ceuta contó a partir del año 77 con un medio escrito que, pese a su carácter de empresa periodística privada, se puso al servicio independiente y plural de la comunidad ceutí, en base a mi idea de que este tipo de actividad empresarial conlleva per se una función de utilidad pública.

Pero se hizo de verdad, no de broma. Se pudo navegar en la dirección de los vientos favorables pero, no obstante, mi elección fue decidida: por la gente necesitada por humilde y modesta; y por la nueva clase política que de forma gratis ocupó espacios informativos, a cambio de nada. Sin contrapartida de ningún tipo. Es un hecho acreditado y documentado.

Mi querido padre Joaquín siendo un facha, fue para mi la persona más demócrata que he tenido oportunidad de conocer en esta vida. Hizo, contribuyó, por la democracia de esta ciudad, sin ningún género de dudas, muchisimo más que la mayoría de estos demócratas de boca llena, que lo único que son, en realidad, es gente dañina para el normal funcionamiento del sistema político actual, en esta tierra.