martes, 8 de mayo de 2007

El juez que demanda justicia

Por Tato Ferrer

ERÓTICA DEL PODER

El fin no justifica los medios. En la política no vale todo. La transparencia en la gestión pública, es democracia. Lo demás son pamplinas.

No se debe etiquetar, poner públicamente, a unos de ladrones y luego pactar como si tal cosa con esos mismos supuestos o pretendidos amantes de lo ajeno.

La derecha ceutí nunca tuvo que haber dado ese paso desacertado, ese traspiés, obsesionada por volver al poder perdido en el camino serpenteante.

Siempre el poder. La erótica del poder.

La derecha ceutí nunca tuvo que haber permitido que en lugar de hacer oposición se marchara “fuera de casa” a realizar otros menesteres como si la labor de fiscalización fuera asunto de poca importancia.

Como si el hacer una buena oposición no fuera, precisamente, el camino directo al acceso al poder de manera lógica y respetable. Como si eso de la oposición fuera una especie de pérdida de tiempo y de dinero.

FAVORES “CORRIENTES”

El pueblo no le ha concedido su respaldo. La derecha ceutí, no obstante, no ha permitido que se de un garbeo por la cola del paro con olor a churros calentitos.

Con musas como las suyas no es de extrañar que se le haya buscado cargo cargado entre tanto cargo distribuido.