domingo, 17 de marzo de 2013

Ceuta y la jaula de cristal

Por Tato Ferrer

El hecho de que la figura de Sánchez Prado, hubiera permanecido mirando, literalmente, hacia la puerta del Ayuntamiento, ahora Asamblea, hubiese sido colocar, en tan estratégico lugar, a un notario que mirase a la cara, cada día, a nuestros gobernantes. Creo que la presión simbólica ejercida por la imagen fue demasiado

Con la necesidad relativa del científico Einstein, de imprimir al presente artículo de opinión, o lo que sea, cierto aire matemático, enuncio, en lenguaje de cálculo, que me ocurre con los nombres de las calles, lo que con las matemáticas: no se me dan bien, precisamente. Cierto parecido con la formulación de una regla de 3 simple, que es mucho decir. Iré configurando, un plano de situación a ver si logro situar la zona. Una vez en la Plaza de Azcárate, la calle que bien podría tomar nombre de enero, la que sube, de dirección única de bajada al tráfico. Nada más terminar el primer tramo de ésta empinada cuesta, a la derecha. En su domicilio particular, a la entrada del mismo, en una habitación situada nada más entrar en la casa, a la izquierda, daba clases particulares de mates, por las tardes, un profesor al que tenía especial afecto y respeto. Gran amigo de mi querido padre Joaquín, a la hora de tener que pagar mensualmente la clase particular, siempre me refería lo mismo: