lunes, 19 de mayo de 2014

Extraños compañeros de viaje

     Por Tato Ferrer                   

                         De Bécquer: “ Del  salón en ángulo oscuro, tal vez olvidada de su dueño, silenciosa y cubierta del polvo, veíase el arpa”. Con éste blog ocurre similar. Cuando las musas de Ceuta vomitan  inspiración por mi entorno, ocurre que, a veces, soy capaz de plagiar. Con cuidado, claro, de que no me pillen copiando ideas. Porque uno también escribe al dictado. ¡Qué se habían creído ustedes que tal método era exclusivo de los del  símbolo del  Hacho! El alcalde de turno nunca tuvo oportunidad de pagar, con los impuestos de los ceutíes, la opinión controlada de  justo lo conveniente. Sencillamente, no entraba dentro de mis principios periodísticos de servicio a la comunidad ceutí. Con el rollete de la desinformación,  los alcaldes de turno, son creadores, padres,  de unos determinados  flamantes y respetados nuevos ricos. Se lo han montado bien con la sopa de letras y ondas. Siempre en  línea con la onda.

                        Así pues, cuando toca ese  momento mágico  de copiar, tengo que apresurarme para no perder el hilo de  las ideas. Son tantas las que  llegan,  que me  hierve la cabeza como olla a presión. Con lo que, en el desarrollo agolpado, precipitado,  sin tener ya oportunidad de apremios de cierre de edición alguna,  de tantos detalles, muchos de ellos,  se escapan a la hora de desarrollar los comentarios. Hablo de las reinas tránsfugas, y escribo  que fueron 2. Lapsus calami. No hay 2 sin 3. Como en  el cuento: una se fue a pasear por  la medina con un presi; una se la benefició (en otro sentido, a otra moza que terminó por romperle el corazón en cruz roja)  otro presi; una le ofreció  bocadillos a   otro presi .