martes, 15 de mayo de 2007

El alcalde de Ceuta que eligió vivir pobre

Por Tato Ferrer


ARROYO Y CALA

Si rememorar el pasado sabiéndolo tan íntimamente nuestro se nos antoja con la distancia recuerdo ahora, cuando comienzo a chupar (me inicio en la práctica a ver qué tal se me da) tinta de mi vieja pluma intentando, una vez más, dar forma plasmada a mis pensamientos que fluyen por el arroyo de Calamocarro evocando aquellos tiempos pasados en los que en los inviernos de Ceuta el arroyuelo llevaba agua dulce en su discurrir hasta depositarla generosamente en el mar cristalino de la Cala más bonita de la ciudad.

La Cala de Calamocarro no pertenece al extrarradio; pertenece a otro mundo más allá de mi territorio africano a donde, para mi desgracia, no llegan los sonidos negros de los tambores de la jungla. Ni tan siquiera soy capaz de recibir los ecos repetidos por la Mujer Muerta y su buen amigo el hombre Neardental.

RESERVA NATURAL DE TIBURONES… Y COCODRILOS


La isla del Perejil menos abandonada. Desde luego, más vigilada. Hasta allí por no llegar no vienen en su “hospitalaria” y multitudinaria visita ni las medusas. Ni los del Domund a poner unas banderitas.

La Cala no necesita de redes, ni de banderas.


En todo caso, mi Cala está a falta de tiburones de película del Steven; hambrientos a ser posible para contento y alegría de más de uno y de dos; tiburones devoradores de hombres.

Se podría hacer como con los pajaritos. Convertirla en zona de tiburones domesticados; y cocodrilos amaestrados traídos expresamente desde el Nilo, distribuirlos a lo largo del pequeño arroyo vacío del elemento liquido para la ocasión del festín programado vía GPS, por los señores del “buen desear” a una familia que pasa por mi sangre amargada y que, en contraste al arroyuelo, circula abundante por los ríos de mi cuerpo cansado por tantos abusos como lleva soportado y soportando.

Ceuta se ha convertido en una peculiar comunidad de bolsillo en la que lo que se sale estrictamente del “centro”, pertenece a la competencia de don “casi nadie”. Una especie de ombligo al que mirar con lupa.

Puede que como lo de la cosa esta de la autonomía está todavía en fase de desarrollo, se lo han tomado con calma, las competencias se queden “cortas” y no alcancen fuera de la calle equivocada, calle Real, playa de la Ribera, Chorrillo y un poco para Tarajal ¿Llega también para Playa Benítez?

En Benzú: arreglito, un apañito.

A CEUTA SE LE PARO EL “MOTOR”


Antes cuando se llegaba a Algeciras estábamos deseando llegar a Ceuta. Recuerdo el río aquel de Miguel Ríos, con la peste. Desde hace muchos años Algeciras sufrió una transformación de la que no les voy a hablar porque es de todos conocida.

Ceuta perdió el “motor” respecto a Algeciras.

Cuando veníamos de Marruecos estábamos deseando llegar a nuestra ciudad porque era como entrar en Nueva York. Ahora cada vez que cruzamos la Aduana de El Tarajal hacia el país vecino, nos quedamos con la boca abierta ante la rapidez del cambio que está sufriendo y el ritmo súper acelerado de obras; increíble. Dentro de unos cinco años, habrá que descubrirse por el desarrollo, empuje, auge, dado por el rey Mohamed VI a su reino. Para fecha cercana se anuncia la inauguración de la autovía, que enlazará con el resto de poblaciones marroquíes ya conectadas entre sí desde hace ya varios años, en las zonas que nos afectan de Tetuán y Tánger.

Ceuta también perderá el “motor” en relación con Marruecos.

Nos queda todavía el consuelo de no perder el tren del túnel del tiempo que años atrás unía Ceuta con Tetuán.

Claro que también tendremos que esperar los ceutíes a que no quede literalmente un ladrillo sobre ladrillo en la antigua estación, para comenzar la reforma anunciada en tiempo de publicidad.

RECTIFICAR TAMBIEN ES DE… “PERRO CON PULGAS”


Cuando observé la primera orientación de la escultura de cuerpo entero del alcalde republicano, Antonio López Sánchez-Prado, mirando práctica y literalmente hacia la puerta de entrada y salida del Ayuntamiento, como dije en un anterior artículo, me llené de satisfacción dado que se me ocurrió pensar, aunque no cobre por ello, que tal “colocación” podía llegar a producir un efecto tipo de “conciencia” cara a nuestros políticos al término de la agotadora jornada de trabajo.

Reorientaron lo que para mí era una extraordinaria ubicación, y a este periodista criticón le faltó tiempo para ver en la medida adoptada las manos escondidas de las mentes malvadas del pueblo, que siempre están atentos a las observaciones de las cosas que no deben ni pueden quedar en su justo término y lugar.

Tal vez llevado por la influencia de mi querida madre María Luisa, yo enseguida me puse a ver gato encerrado en la maniobra llevada a cabo con la escultura, en lugar de reparar en lo obvio: que quedara la figura del “hombre santo” mirando hacia su propia calle equivocada era mucho más estético. Más bonito. Más en línea. Más en su conjunto armónico.

Porque, ¿qué necesidad tienen además nuestros políticos de que nadie actúe o se comporte como un referente de buen ejemplo? ¿Acaso es qué lo necesitan?

También es verdad. Son ganas, las de este “perro con pulgas”, de molestar con sus inoportunos “ladridos”.

Será, puede ser, por eso de que los malditos parásitos no paran de picarme y me agrian, aún más si cabe, el carácter puñetero.

Así, por mor de mi mala “conciencia”, tengo que recurrir a la rectificación y pedir disculpas por haber dado riendas sueltas y amarradas a mi imaginación, como si fuera Antoñita la fantástica, que busca la ocasión para poner la lupa donde se debe poner mantel y saborear la vida con sus cosas buenas que nos trae a diario, pese a todo.

Nuestros políticos podían, de así haberlo querido, haber dejado, postergado, demorado, atrasado, esta primera gran medida para el final de la legislatura.

Perfectamente hubieran podido adoptar un plan de estrategia mejor diseñado cara a la galería.

En la última semana antes de acabar los cuatro años se reúnen; se aprueban lo aprobado con “carácter retroactivo”, se terminan marchando, y… adiós. Si te he visto no me acuerdo.

Y que el pueblo les quite lo bailado al son de mis tambores africanos.

La sinceridad ha presidido la medida con carácter de inicio, con carácter de “ necesidad ”, de urgencia hospitalaria de la Cruz Roja.

La Oposición sin opositar no ha sabido valorar este punto de vista. Les ha ocurrido lo que a mí antes de reflexionar. Se han lanzado enseguida en el paracaídas de la crítica sin reparar en la virtud escondida en la pronta medida adoptada.

De ahí que se diga que lo esencial es invisible a los ojos.

Si a la virtud de la sinceridad se une, como es de esperar y de desear, la capacidad de trabajo, este periodista criticón no va a tener más remedio que seguir en la lista de los que se tengan que marchar de la ciudad de nuevo, según la acertada teoría elaborada por el delegado del Gobierno y que para su mala suerte no ha entrado todavía en el Guines de los despropósitos.

Me permito refrescarles, con el calor que hace viene estupendamente, que dicha teoría está basada en el principio laboral evidente según el cual los que no tenemos trabajo fijo, mejor nos buscamos la vida en otra dimensión peninsular dejando libre el poco espacio físico del que se dispone en la reserva.

FORMULAS SECRETAS


Se dice que el secreto mejor guardado del mundo es la fórmula de la elaboración química de la Coca Cola.

Al
go de mágico debe de haber también en la metodología económica por la que aparentemente subiendo el peso de los bolsillos, los contribuyentes terminamos ahorrando; aunque nuestras cortas mentes no logren entender tal simplicidad de operación de ingeniería financiera.

Les adelanto que cuando llegue a la comprensión del complejo asunto me voy derechito al empresario de este medio a pedirle una subida de la colaboración.

Encima me tendrá que dar las gracias por pedirle un aumento, o los que sean, pues “eso” que se ahorrará.

Con lo que no sé si llegado el caso de descubrir el “secreto” tomaré tal decisión.

No me seduce nada que, encima, el editor se beneficie a costa de uno; sabido es la tendencia que tienen “los amos” de explotar las situaciones favorables.

Con la revelación del mejor secreto guardado del mundo, después del de la Coca Cola, capaz es de ponerse a subirme y subirme la colaboración y llegue el momento que, por esa regla de tres simple pero compuesta a la vez, las sucesivas subidas de pesetillas le haga tabla rasa. Como lo que ocurre en el juego de las damas.

Es decir, le resulte gratis mi trabajo. No estoy por la labor de darle pistas, caso de que Samuelson me “sople” el acertijo-adivinanza económico de gastar fomentando el ahorro.

NO SOLO ELIGIO MORIR “LIBRE”


El alcalde republicano Antonio López Sánchez-Prado, no sólo eligió morir “libre”. Eligió más cosas en su estilo de vida.

En la medida que he ido empapándome de la figura del alcalde republicano de Ceuta, Antonio López Sánchez-Prado, comprendo menos cómo fue posible que con hombres de su talla y de la categoría del “facha” de mi querido padre Joaquín, se pudiera declarar una guerra incivil y estar cada uno en bandos diferentes, siendo hermanos de buen corazón.

Antonio López Sánchez-Prado fue fusilado con 47 años. Mi querido padre Joaquín hizo la guerra con 23 años.

La explicación a la duda puede que me la facilite mi “guía” preferido para preguntas difíciles.

Tagore escribe:

-El hombre – sentencia el poeta hindú- es bueno; pero los hombres, son crueles.

Ahora, cuando escribo estos comentarios para que juntos los leamos al calor del domingo, nunca mejor dicho ni mejor escrito, me cambio unas cuantas “pulgas” por un poco de vanidad.

Muchas personas me han comentado, con agrado para este periodista, que gracias a mis artículos sencillos por populares en su forma de expresión literaria, he logrado acercar a la opinión pública ceutí el trabajo desarrollado desde el punto de vista científico-histórico por Francisco Sánchez.

Al rigor frío de los datos producto de una investigación exquisita por brillante le he puesto, por así decirlo, una “salsa” con la que acompañar de manera amena el trabajo de campo de Francisco Sánchez.

Quede claro, por si no lo está, que este periodista sin el libro del investigador, y la inestimable colaboración desinteresada y personal de su autor, no podría desarrollar ninguna narración.

Si entre los dos hemos logrado algo, gracias. Mi gratitud y la de Paco; me permito hablar en su nombre si él así me lo consiente. Con los genios hay que tener mucho tacto para no molestarles.

Sabido es que los genios descansan su reposo en sus lámparas maravillosas y no les gusta la vanidad del mundo exterior y corriente por mundanal. Ellos están en otra “historia”. Por eso son lo que son.


DINERO ROBADO DE IDA Y VUELTA


El alcalde de Marbella, Julián Muñoz, por citar un ejemplo a mano, cercano, y siempre de actualidad, no sólo tuvo el tiempo suficiente y sobrado de esconder la fortuna robada al pueblo marbellí, sino el cinismo y la poca vergüenza de mover una parte, una limosna, una propina, de ese dinero saqueado cuando el mismo ya estaba fuera de España.

Hace indicaciones para que se produzcan transferencias desde Gibraltar a nuestro país, rizando el colmo de la desfachatez. Ese dinero expoliado volvió a España cuando ya estaba fuera del control, como si tal cosa de cara dura y morro de barriada.

UN ALCALDE PARA EL QUE LA POLITICA NO ERA UN LUCRO


En aquellos años de la guerra incivil todavía no existían los rápidos mecanismos bancarios de las transferencias en el mismo momento de ordenarlas, como ahora ocurre. Creo que el contexto está claro.

El alcalde republicano Antonio López Sánchez-Prado, además, no sabía a ciencia cierta si el golpe de Estado iba o no a prosperar. Los acontecimientos se precipitaron.

Pero, lo que es más, cuando lo asumió aceptó su “suerte” de forma estoica. Se le avisó en los últimos momentos y él se quedó en el Ayuntamiento porque entendía que él era el capitán de la Casa del Pueblo.

Si esa Casa se derrumbaba él quería morir “libremente” aplastado por el peso de los ladrillos de su pueblo legítimo al que tan dignamente representaba. Cual Sansón en el templo de Dagón.

Es verdad que la hora de su trágica muerte no le llegó en el Ayuntamiento. Sin embargo, permaneciendo en dicho edificio hasta las dos de la madrugada, fue allí donde sentenció su fatal destino agotando cualquier posibilidad de escapar a la acción represora.

Tuvo el tiempo mínimo suficiente para salir corriendo hacía Tánger y dijo, así consta en las actas de su Consejo de Guerra, que su suerte estaba junto al pueblo que le había elegido.

Aguardó su suerte como si supiera de algún modo íntimo y secreto que muriendo a mano de las balas de la incomprensión entre hermanos de una misma nación, en la playa del Tarajal, iba a ganar una vida espiritual de luz con el ejemplo de sus hechos de trabajo y gestión ofrecidos, como un brindis orgulloso, al pueblo de Ceuta.

Con el ejemplo de su modelo de ir por la vida como el médico de los humildes y el alcalde de los pobres. ¡Qué bonito!

Impecable en su vida política. Impecable, también, en su vida profesional de médico sobre la que les hablaré otro domingo, si Dios me lo permite.

Inconmensurable, por supuesto, en su idea de que en la política no sólo hay que ser coherente con unos principios sino que así hay que proceder.

Elevó a la categoría de arte el ejercicio público de la política. Dignificó lo que hoy en día tanto vividor se empeñan en tirar por los suelos cubiertos de barro y fango.

Para el señor Sánchez-Prado, vivir del ejercicio noble de la política, no era un lucro personal. Así lo entendía, así lo entendió, así lo practicó. Vivió de forma totalmente modesta, a pesar de ser el alcalde de nuestra ciudad.

Era lo que el pueblo esperaba del mejor e irrepetible alcalde de Ceuta.

Se sabe, es sabido, que tiene sitio y lugar por oposición ganada no a dedo, sino por méritos propios, junto al Ser Único y Universal.

¡Qué grandeza de “hombre santo”! ¡Qué médico! ¡Qué político!

POBREZA ACREDITADA


A diferencia de tanto vividor como anda metido en la política, a diferencia de tanto sinvergüenza, el alcalde republicano de Ceuta no sólo no tuvo tiempo material de “esconder” su patrimonio personal sino, lo que es más, sencillamente no tenía nada que “ocultar” porque nada tenía.

Siendo médico y alcalde era, no obstante, pobre de solemnidad.

Así queda demostrado y documentado en el excepcional libro “Ceuta y el Norte de África”, del investigador Francisco Sánchez Montoya. En el mismo, en su página 481 se recoge textualmente:

- El 18 de agosto de 1936 –narra el señor Sánchez Montoya- el juez teniente coronel Julián Simancas, envió un escrito a las diferentes sucursales bancarias de la ciudad con el fin de recabar información sobre el dinero que pudiera tener el alcalde. Los bancos Español de Crédito e Hispano Americano informan que no existe ningún depósito. La Cámara de la Propiedad también informa que en sus registros no aparece inscripción ninguna de finca. Por el contrario, el Banco Popular de los Previsores del Porvenir contesta:

- En esta entidad existe una cuenta corriente a nombre de Don Antonio Sánchez-Prado, con un saldo a su favor de pesetas 19,50 (diecinueve pesetas con cincuenta céntimos), que siguiendo las instrucciones de VS. Retenemos.- La citada cuenta no ha tenido movimiento desde primeros de julio ppdo. A la actualidad. Al mismo tiempo participamos a VS. Que en nuestros libros no figura ninguna otra cuenta de dinero ni depósito de valores a nombre del citado Sr.

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