Por Tato Ferrer
“A los parados hay que decirles la verdad”.
Así lo ha afirmado el alcalde Vivas. Es, pues, contundente frase por
la que hay que gritar vivas sonoros. Podemos estar tranquilos los del gremio. Al fin, ha aparecido
alguien lo suficientemente honesto como para no andarse con paños calientes.
Ya era hora de que, desde el poder político, se iluminara el camino con adagio tan sabio y
que dice tanto en sus buenos propósitos de intenciones.
Claro
que, no es ni la primera ni la única
perla con la que nos ha obsequiado, a lo largo de tantos años como lleva de
sacrificio, por mor de éste pueblo con tantas cuitas diarias.
Brillante aquella teoría que desarrolló en su día, según la
cual, el ayuntamiento gastando más, ahorraba. En boca de todo un economista,
tal pronunciamiento, me pareció de lo más ilustrativo y docente.
En otras
fechas, allá por mi año 55, desde la Delegación del Gobierno,
el antecesor en el cargo del actual populisto, un socialisto, se despachó a gusto con los parásitos
laborales de la ciudad, desarrollando su versión peculiar de cómo resolver el problemón del desempleo.
Me
quedé perplejo cuando nos dijo aquel
ínclito a los ceutíes, que las
dimensiones físicas, territoriales, eran las que eran, y dada dicha limitación,
los sobrantes, aquellos que literalmente no teníamos espacio, sitio, en el
lugar, lo mejor que podíamos hacer, era
marcharnos, irnos de Ceuta, a buscar la
vida fuera.
Pues
no sólo éramos de origen neardental, sino, asimismo, de la familia de los vagos y
maleantes, le faltó complementar al delegado de la desfachatez.
Solución
mágica, desde luego. No fue cesado ipso facto, de inmediato. Aquella autoridad,
vaya usted a saber de qué, de haberse manifestado de tal guisa en cualquier
pueblo del país, hubiese sido invitado a tomar el primer barco para irse, con
equipaje o sin él, a tomar viento bimbo
en otra parte.
Dice el alcalde Vivas que a los parados hay que decirles la verdad.
A los parados…y a todo el mundo, creo.
Pero, ocurre, que hoy por hoy, en este aparente sistema democrático, la verdad no es dicha por nadie.
Los
vividores de la política faltan más a la verdad,
que yo cuando una clase no era de mi agrado.
La
hipocresía, el cinismo, la mentira, la
mediocridad, los chupas traseros, los indecentes, los irreales, los vividores,
los gusanos, los grabadores de videos ocultos, los visitantes de Gibraltar, los mafiosos, los contrabandistas, son los protagonistas de ésta democracia de máximos, para ellos.
De
ahí que el alcalde Vivas, me haya
dejado muerto, más aún, recurriendo a la verdad,
en alusión a los parados.
Desgraciados con los que comparto destino
en un pueblo en el cual un grupito de sapiens se reparten el pastel,
mientras cantan su melodía de amor por Ceuta.
A
no ser que no quiera volver a repetir urna, debería andarse con cuidado. De instalarse en el mundo de
la verdad en Ceuta, si esto fuera
algo más que otra frase vacía de contenido real, tal vez se vea apartado del mundanal ruido.
En
mi caso profesional, con mi verdad en Ceuta, me fue fatal. Con la mentira, más de lo mismo.
Vivas es así le gusta decir la "verdad" aunque duela.
ResponderEliminarSeguir votando a Vivas que el os dirá la " verdad", él nunca miente