Por Tato Ferrer
Están sonando los tambores lejanos de mi África natal. Sus ecos me llegan más fuertes que nunca. Será porque llaman a la alegría. Será porque las cosas claman por sus legítimos dueños. Será porque hoy es domingo.
Los “salvajes” han comprendido que esto no es lo que se creen. Un parque, una reserva, una pequeña jungla, una peculiar selva, pero eso sí…con clase.
Aquí los monos son “guapos”, el hombre de Neardental no se mete con nadie, la “mujer muerta” duerme en paz su sueño eterno, el “griego” no “mata” ni a una mosca, y hasta el Alcalde-Presidente, tira piedras contra su propio tejado con tal de agradar.
Por supuesto que todavía quedan batallas por pelear. Lo sé. La guerra, todavía no está ganada. La primera batalla sí.
La batalla de “las formas” de comportarse hasta por una selva no virgen me la apunto. Lo cual es todo un éxito. Un poco de clase, por favor, ceutíes de pro y de proa.
Los caníbales que se organicen safari en otro parque menos temático que el mío. Entre nosotros no nos “devoramos”. Esa apetitosa tarea la dejamos para los “leones” y el tigre del Príncipe Alfonso.