Por Tato Ferrer
De
Bécquer: “ Del salón en ángulo oscuro,
tal vez olvidada de su dueño, silenciosa y cubierta del polvo, veíase el arpa”. Con éste blog ocurre similar. Cuando las musas de Ceuta vomitan inspiración por mi entorno, ocurre que, a
veces, soy capaz de plagiar. Con cuidado, claro, de que no me pillen copiando
ideas. Porque uno también escribe al dictado. ¡Qué se habían creído ustedes que
tal método era exclusivo de los del
símbolo del Hacho! El alcalde de
turno nunca tuvo oportunidad de pagar, con los impuestos de los ceutíes, la
opinión controlada de justo lo conveniente. Sencillamente, no entraba dentro de mis principios
periodísticos de servicio a la comunidad ceutí. Con el rollete de la
desinformación, los alcaldes de turno,
son creadores, padres, de unos
determinados flamantes y respetados
nuevos ricos. Se lo han montado bien con la sopa de letras y ondas. Siempre en línea con la onda.
Así pues, cuando toca
ese momento mágico de copiar, tengo que apresurarme para no
perder el hilo de las ideas. Son tantas
las que llegan, que me hierve la cabeza como olla a presión. Con lo
que, en el desarrollo agolpado, precipitado,
sin tener ya oportunidad de apremios de cierre de edición alguna, de tantos detalles, muchos de ellos, se escapan a la hora de desarrollar los
comentarios. Hablo de las reinas tránsfugas, y escribo que fueron 2. Lapsus calami. No hay 2 sin 3.
Como en el cuento: una se fue a pasear
por la medina con un presi; una
se la benefició (en otro sentido, a
otra moza que terminó por romperle el corazón en cruz roja) otro presi; una le ofreció bocadillos a otro presi .